MARCO HISTÓRICO
Sin lugar a duda dentro de la historia natural de la enfermedad la conducta preventiva es la que define y determina la evolución final de la misma enfermedad en un huésped determinado.
Históricamente la prevención se ha considerado el ideal o la meta final de la medicina, y epidemiológicamente ha evolucionado en dos fases: primeramente la prevención de la enfermedad o sus consecuencias en determinada persona y su familia y segundo la prevención en el universo que nos rodea, o sea la prevención de la comunidad, que en contexto global se denomina salud pública.
La vacunación ha representado la principal intervención preventiva costo-efectiva, conocida para evitar enfermedad y muerte asociada.
Las vacunas utilizan el propio sistema inmune del organismo como sistema de defensa y pueden prevenir infecciones por prolongados periodos de tiempo luego de su aplicación.
Con la creación de la primera vacuna por Edwar Jenner en 1976, la vacunación, sobre todo en el paciente pediátrico ha cobrado gran importancia y se ha consolidado como la piedra angular en la prevención y erradicación de determinadas enfermedades, un ejemplo de ello constituye la erradicación mundial de la viruela lograda hacia el 08 de Mayo de 1980, representando una de las más importantes hazañas en la historia de la salud pública.
Hasta 1974 sólo 5% de la población mundial había recibido las seis vacunas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde entonces a través de importantes y extraordinarios colaboraciones tanto del sector público y privado, el número de niños que ha recibido estas seis vacunas básicas se ha incrementado hasta un poco más del 80%, y en cada uno de los años subsecuentes más de tres millones de vidas pediátricas han sido salvadas, logrando con ello parte del ideal de la medicina preventiva.
Durante el siglo pasado el mundo ha experimentado una importante transición demográfica, al permitir que la gente viva más años, que la población en muchas sociedades se incremente y que más gente viva en las ciudades.
Las vacunas han contribuido de una manera significante en esta transición epidemiológica al reducir el número de niños que morían antes de los 6 años de edad, contribuyendo a un incremento en la expectativa de vida.
En la última década México ha alcanzado importantes avances en relación con el bienestar de la niñez.
Ello se refleja en los indicadores internacionales diseñados para evaluar el nivel de salud de esa población, como es el de mortalidad en menores de 5 años.
En la historia reciente de la vacunación, podemos identificar pasos decisivos como en inicio del Programa Nacional de Inmunizaciones en 1973, año en el que se estableció la aplicación de las cuatro vacunas esenciales (anti polio, DPT, BCG y anti-sarampión) además del toxoide tetánico.
En 1990-1991 se realizó la Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (ENCOVA), que demostró rezago en las coberturas.
Ante estos resultados, se consideró necesario establecer un órgano administrativo que definiera un solo esquema básico de vacunación para todo el país; realizar la gestión administrativa de todos los aspectos de planeación operativos; incrementar la participación de todas las instituciones que conforman el sector salud, y llevar a cabo el seguimiento de las coberturas de tal manera que también favoreciera la investigación de campo.
En 1991, por decreto presidencial, se creó el Programa de Vacunación Universal y se fundó el Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA), en el que hasta la fecha participan representantes de todas las instituciones del sector salud.
Entre las acciones de salud que más han beneficiado a los niños de México, destacan las efectuadas por el Programa de Vacunación Universal a cargo de la CONAVA.
MARCO EPIDEMIOLÓGICO
El incumplimiento del esquema nacional de vacunación es la principal causa de enfermedad y muerte en niños menores de 5 años.
La inmunización, que registró una tendencia negativa hasta el 2000, ha cobrado impulso en los últimos años en parte gracias al financiamiento conjunto de la OMS, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Banco Mundial y la Fundación Bill & Melinda Gates.
Como resultado de los esfuerzos recientes, las vacunas ahora alcanzan a más de 200 millones de niños en países en vías de desarrollo.
El informe también reconoció significativos contratiempos en la campaña de inmunización, destacando que 24 millones de niños -casi el 20 % de los menores que nacen por año no recibieron las vacunas correspondientes al primer año de vida que son comunes en los países más ricos.
A nivel mundial en el año de 2005 el 67.7% cumplieron con el esquema de vacunación completo, mientras que un 34.2% tenían un esquema de PAI incompleto. Los niños entre 6 meses y 2 años de edad pertenecen al grupo con el menor número de vacunas aplicadas pertenecientes al esquema PAI.
En el año de 2007 el 65% de niños entre 0-4 años, cuentan con el esquema nacional de vacunación completo.
En el mundo unos 106 millones fueron inmunizados en 2008 Sin embargo, millones de menores siguen sin protección en los países más pobres del mundo.
En Tamaulipas el 64% de los niños entre 0-4 años de edad, cuentan con el esquema nacional de vacunación completo. Y el 36% de los niños tienen un esquema de vacunación incompleto.
Sin lugar a duda dentro de la historia natural de la enfermedad la conducta preventiva es la que define y determina la evolución final de la misma enfermedad en un huésped determinado.
Históricamente la prevención se ha considerado el ideal o la meta final de la medicina, y epidemiológicamente ha evolucionado en dos fases: primeramente la prevención de la enfermedad o sus consecuencias en determinada persona y su familia y segundo la prevención en el universo que nos rodea, o sea la prevención de la comunidad, que en contexto global se denomina salud pública.
La vacunación ha representado la principal intervención preventiva costo-efectiva, conocida para evitar enfermedad y muerte asociada.
Las vacunas utilizan el propio sistema inmune del organismo como sistema de defensa y pueden prevenir infecciones por prolongados periodos de tiempo luego de su aplicación.
Con la creación de la primera vacuna por Edwar Jenner en 1976, la vacunación, sobre todo en el paciente pediátrico ha cobrado gran importancia y se ha consolidado como la piedra angular en la prevención y erradicación de determinadas enfermedades, un ejemplo de ello constituye la erradicación mundial de la viruela lograda hacia el 08 de Mayo de 1980, representando una de las más importantes hazañas en la historia de la salud pública.
Hasta 1974 sólo 5% de la población mundial había recibido las seis vacunas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde entonces a través de importantes y extraordinarios colaboraciones tanto del sector público y privado, el número de niños que ha recibido estas seis vacunas básicas se ha incrementado hasta un poco más del 80%, y en cada uno de los años subsecuentes más de tres millones de vidas pediátricas han sido salvadas, logrando con ello parte del ideal de la medicina preventiva.
Durante el siglo pasado el mundo ha experimentado una importante transición demográfica, al permitir que la gente viva más años, que la población en muchas sociedades se incremente y que más gente viva en las ciudades.
Las vacunas han contribuido de una manera significante en esta transición epidemiológica al reducir el número de niños que morían antes de los 6 años de edad, contribuyendo a un incremento en la expectativa de vida.
En la última década México ha alcanzado importantes avances en relación con el bienestar de la niñez.
Ello se refleja en los indicadores internacionales diseñados para evaluar el nivel de salud de esa población, como es el de mortalidad en menores de 5 años.
En la historia reciente de la vacunación, podemos identificar pasos decisivos como en inicio del Programa Nacional de Inmunizaciones en 1973, año en el que se estableció la aplicación de las cuatro vacunas esenciales (anti polio, DPT, BCG y anti-sarampión) además del toxoide tetánico.
En 1990-1991 se realizó la Encuesta Nacional de Cobertura de Vacunación (ENCOVA), que demostró rezago en las coberturas.
Ante estos resultados, se consideró necesario establecer un órgano administrativo que definiera un solo esquema básico de vacunación para todo el país; realizar la gestión administrativa de todos los aspectos de planeación operativos; incrementar la participación de todas las instituciones que conforman el sector salud, y llevar a cabo el seguimiento de las coberturas de tal manera que también favoreciera la investigación de campo.
En 1991, por decreto presidencial, se creó el Programa de Vacunación Universal y se fundó el Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA), en el que hasta la fecha participan representantes de todas las instituciones del sector salud.
Entre las acciones de salud que más han beneficiado a los niños de México, destacan las efectuadas por el Programa de Vacunación Universal a cargo de la CONAVA.
MARCO EPIDEMIOLÓGICO
El incumplimiento del esquema nacional de vacunación es la principal causa de enfermedad y muerte en niños menores de 5 años.
La inmunización, que registró una tendencia negativa hasta el 2000, ha cobrado impulso en los últimos años en parte gracias al financiamiento conjunto de la OMS, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Banco Mundial y la Fundación Bill & Melinda Gates.
Como resultado de los esfuerzos recientes, las vacunas ahora alcanzan a más de 200 millones de niños en países en vías de desarrollo.
El informe también reconoció significativos contratiempos en la campaña de inmunización, destacando que 24 millones de niños -casi el 20 % de los menores que nacen por año no recibieron las vacunas correspondientes al primer año de vida que son comunes en los países más ricos.
A nivel mundial en el año de 2005 el 67.7% cumplieron con el esquema de vacunación completo, mientras que un 34.2% tenían un esquema de PAI incompleto. Los niños entre 6 meses y 2 años de edad pertenecen al grupo con el menor número de vacunas aplicadas pertenecientes al esquema PAI.
En el año de 2007 el 65% de niños entre 0-4 años, cuentan con el esquema nacional de vacunación completo.
En el mundo unos 106 millones fueron inmunizados en 2008 Sin embargo, millones de menores siguen sin protección en los países más pobres del mundo.
En Tamaulipas el 64% de los niños entre 0-4 años de edad, cuentan con el esquema nacional de vacunación completo. Y el 36% de los niños tienen un esquema de vacunación incompleto.